Anécdotas de cocina


Cuando tenía 6 años solía visitar la casa de mis abuelos, el lugar se me imaginaba un castillo, con su hermoso jardín.

En algunas ocasiones le ayudaba a mi abuelita en la cocina, aunque admito que no me gustaba demasiado su comida, pues era una niña remilgada.

Por eso un día se me ocurrió que le enseñaría a preparar un guisado que me gustaba mucho y sabía hacer perfectamente.

No sé cómo no se rió a carcajadas enfrente de mí, una niña que quiere enseñarle a una mujer que era experta en la cocina, la ironía se cuenta sola.

Pero con el amor que suelen tener los abuelos a sus descarriados nietos, ella siguió mis instrucciones y preparamos el guisado que yo quería. Mi abuelita presumió a todos que “su nieta le había enseñado a preparar un guisado riquísimo”, cosa que con los años seguía produciendo la carcajada de todos lo que escuchaban la historia.

El guisado son los:
Rollitos de jamón.

Ingredientes

¼ de jamón de pavo, ligeramente gruesas
200g de queso oaxaca
Un huevo
200g de pan molido
Aceite de canola

Primero corta tiras gruesas de queso, del tamaño de las rebanadas de jamón.
Después enrolla el queso con el jamón, apretado para evitar que pierda la forma.
Bate el huevo en un recipiente y sumerge los rollos, una vez impregnados los empanizas: coloca el pan en una superficie extendida y empaniza.

Precalienta un sartén con aceite y fríe los rollos hasta crear una costra crujiente con el pan, cuidado con el queso, pues al contacto con el aceite brinca.

Después pon a escurrir los rollos en papel absorbente y sirve. Para acompañar las guarniciones recomendadas son: puré de papas, jitomate con aceite de oliva, o zanahoria y col.

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