¿Cómo van tus huevos?


¿Somos lo que comemos? Yo cre que expresamos nuestra personalidad con diversas manifestaciones culturales, desde nuestras redes sociales, los alimentos que elegimos de un menú o en nuestra cocina, la ropa que usamos o las páginas que visitamos.

Sin embargo es complicado demostrar quién somos realmente. Por eso la pregunta de “¿quién soy?” es una de las grandes interrogantes de la humanidad.

En 1999 se estrenó la película “Novia fugitiva”, donde la actriz Julia Roberts interpreta a una mujer que ha dejado en el altar a cuatro de sus prometidos, esto por un miedo a reconocer su identidad.
Una de mis escenas favoritas del film es cuando Maggie, la protagonista, prepara una mesa completa de diferentes recetas de huevos, con el objetivo de descubrir sus favoritos. La comida es su herramienta para definirse.

Lo mejor de la cocina es que puedes arriesgarte a probar nuevos sabores y descubrir tus preferencias, solo necesitas consultar las recetas y experimentar con tu paladar. Por ejemplo puedes preparar los huevos benedict siguiendo esta receta, y mañana preparar tu omelet de siempre. Pero probar estos sabores te dará una nueva perspectiva de quien eres.

Huevos benedictine

Ingredientes
4 huevos
2 rebanadas de pan de caja o un bisquet
2 rebanadas de tocino
Mantequilla
Vinagre blanco
Agua
Jugo de un limón
Sal y pimienta
Cebollin, finamente picado.

Preparación

Lo primero es preparar la salsa holandesa, esta salsa no solo combina con estos huevos, la puedes preparar para una pasta con carnes frías, un corte de carne u otros alimentos.
Derrite 100 g de mantequilla, a fuego lento o en microondas.

Separa las yemas de dos huevos y mezclalas con el jugo de un limón y un poco de sal, batirlas hasta que se inflen, usa la batidora no te canses. Ahora agregamos la mantequilla poco a poco, para evitar perder la consistencia, quita la espuma que aparece a la mantequilla tras derretir. Para que la salsa no se corte, mantenla caliente. En una parrilla de cerámica o al baño maría.

Para preparar los huevos necesitas una cazuela honda, donde pondrás agua, un poco de sal y dos cucharadas de vinagre blanco. Ponlo a calentar y vacía el huevo, uno por uno y sin dejar hervir el agua, para evitar que la clara se expanda usa una cuchara y ve guiando su forma.

Ahora corta el pan de caja en forma de círculo, y dorarlo con un poco de mantequilla en un sartén, los bisquet sólo necesitan calentarse un poco. Mientras están listos cuece un poco de tocino; también puede ser jamón o salmón, incluso lo he probado con cecina enchilada, pero lo más rico es el tocino.

La consistencia de estos huevos es la clara dura y la yema aguada, para sacarlos usa una coladera. Preparar estos huevos es un espectaculo visual, a mi me recuerda los trucos de burbujas de jabón y humo de cigarro.

Montar el plato es el verdadero truco del plato: coloca el pan como base, después el tocino, con un poco de la salsa holandesa. Ahora coloca los huevos y vierte más salsa holandesa, cuando termines coloca un poco de cebollin, o incluso cilantro, perfectamente picado.


Disfruta la mezcla de sabores acompañado de un buen café o un jugo de frutas.

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